Como toda ciudad que se encuentre situada cerca de la costa del mar, Peñíscola posee su torre luminosa ubicada bajo el Castillo Medieval Papa Luna, fue inaugurado en 1899, cuenta con 11 metros de altura divididos en dos pisos y es una torre octogonal de color blanco donde la proyección de su luz puede alcanzar las 23 millas náuticas, es uno de los sitios más visitados por los turista por su impresionante altura y belleza aunque los turistas no ingresar pueden observarlo desde afuera. Desde el paseo marítimo se observa las ráfagas de la luz del faro que junto con la puesta del sol hacen el lugar ideal para el romanticismo y es uno de los lugares más fotografiado de España.
El Faro de Peñíscola sirve de guía a los barcos que pasan por el lugar para avisar donde se encuentra la costa por las noches, lo que lo convierte en un sitio emblemático de la ciudad con más de cien años de operación.
En todas las temporadas del año abre sus puertas para darle la bienvenida a miles de turistas que atrae con su imponente belleza haciendo contraste con el azul del mar mediterráneo que hace de este sitio el lugar perfecto para visitar y conocer. Los atardeceres esplendorosos convierten el ambiente en una velada romántica para las parejas que lo visitan. Las embarcaciones que a diario navegan por las costas del mar pueden admirar la luz intensa de su faro el cual esperan que siga funcionando por muchos años más.
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