Las golondrinas, además de aquellos pájaros a los que Bécquer aludía en sus famosas rimas, son también embarcaciones de tamaño medio propulsadas a motor que se utilizan mayoritariamente para el turismo. A través de estas golondrinas se realizan excursiones marítimas a lugares cercanos al puerto, ya sea en la mar o en la costa, sitios que de otra forma serían prácticamente inaccesibles.
En una ciudad tan apasionada del mar como Peñíscola, las golondrinas tampoco podían faltar, y las encontraremos en la explanada del puerto pesquero, en la parte sur de la localidad, rodeadas de todo el ambiente marinero de la zona. Existen varias empresas que llevan a cabo excursiones muy interesantes con estas golondrinas, para conocer las cuevas y las escaleras del Castillo del Papa Luna, a las que solo se puede acceder desde el mar, o la parte marítima del célebre Bufador, una de las excursiones más solicitadas por los turistas.
Las golondrinas ofrecen una nueva forma de descubrir la costa de Peñíscola y enamorarse por completo de ella, porque es un lugar maravilloso. Además, hay algunas embarcaciones que realizan excursiones algo más largas, como la Golondrina Super Bonanza, que llega incluso hasta las islas Columbretes, siendo la única embarcación que realiza esta excursión desde Peñíscola. Ya sea para un día de turismo marítimo intenso o para un simple paseo en barco, las golondrinas son la mejor opción para los turistas.
Esta misma empresa, Golondrinas Super Bonanza, ofrece también excursiones a zonas vírgenes del parque natural de Sierra de Irta, así como al Delta del Ebro. Alternativas más que interesantes para los amantes de la naturaleza que de esta forma podrán llegar a rincones inaccesibles para otros transportes, así como disfrutar de un auténtico viaje en alta mar, con todo lo que eso con lleva.
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