Todavía dentro del término de Peñíscola, aunque alejada ya del núcleo urbano, la Playa Basseta es una de esas joyas escondidas dela ciudad del Mar, un lugar muy especial que tiene poco que ver con las playas urbanas de la localidad. Estamos hablando de una playa de enorme extensión, superando el kilómetro de largo, que se encuentra en la parte costera del Parque Natrual de la Sierra de Irta, justo al sur del propio cabo del mismo nombre.
La Playa Basseta suele estar poco ocupada, incluso en la temporada alta, y es que la gran mayoría de bañistas prefieren las playas Norte o Sur, o las calas más cercanas a Peñíscola dentro del propio parque natural. El acceso es algo más complicado y la propia composición de la playa, a base de piedras y guijarros, aunque también encontraremos algo de arena. Las mismas piedras dificultan un poco el acceso la propia agua en la orilla.
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Es un sitio distinto al que solemos encontrar en las playas peñiscolanas, porque apenas cuenta con servicios de limpieza y señalización, nada más. Al estar tan escondida es un buen lugar para disfrutar de la soledad junto al mar, o de un baño refrescante si estamos por esa misma zona del parque natural de la Sierra de Irta y queremos darnos un buen chapuzón. Recomendable también a última hora de la tarde, para ver cómo el sol se pone junto al castillo.
La Playa Basseta no es seguramente la mejor de toda Peñíscola, ni la más espectacular, pero puede ser una alternativa magnífica para aquellos que deseen huir por un rato de la masificación total de las playas más habituales en la Ciudad del Mar, para disfrutar de los baños en plena naturaleza.
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