El Mañico es uno de esos locales donde uno puede perderse y disfrutar durante horas con una carta de tapas bien servidas, además de unos vinos exquisitos, y los postres tradicionales más deliciosos de Peñíscola. Todo en el mismo sitio, porque Rafa decidió en su momento que en su local habría cabida para todo el mundo, desde los amantes de las tapas más suculentas hasta los mayores expertos en vinos, los más exigentes, que no se conforman con cualquier cosa.
Por eso El Mañico ha logrado ganarse su fama no solo como restaurante, sino también como vinoteca y como pastelería, ofreciendo a los visitantes la posibilidad de probar los dulces más deliciosos de Peñíscola, con recetas tradicionales que en algunos casos tienen ya siglos de antigüedad. Es un sitio para degustar estos postres, pero también para llevarlos de vuelta a casa, como regalo para los familiares o simplemente para disfrutar de ellos y sobrellevar la vuelta de Peñíscola.
En cuanto al restaurante, las tapas que encontraremos en el Mañico son verdaderamente exquisitas, con un surtido muy equilibrado para todos los gustos. Aunque no es el local más grande de Peñíscola, una cena o un almuerzo en El Mañico a base de tapas y raciones es siempre un acierto seguro, y más si lo combinamos con un buen vino. Como vinoteca reconocida que es, éste local cuenta con una selección que satisfará a los más exigentes.
Todo ello con un servicio esmerado y con la amabilidad que uno siempre desea encontrar en este tipo de lugares, donde te atienden de maravilla y te recomiendan no solo tapas, sino también vinos y dulces típicos, para que puedas llevarte para casa lo mejor de cada cosa y tengas siempre algo de Peñíscola contigo allá donde estés.
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