El estar ubicada junto a uno de los mares más importantes de la historia de la civilización ha hecho que Peñíscola se vea volcada por completo en la tradición mediterránea, recibiendo no solo visitantes a través del mar, sino también toda esa influencia que ofrece, desde el modo de vida pesquero y marítimo hasta la cultura, en algo tan sencillo como la gastronomía, donde los pescados y mariscos son los platos más especiales de las recetas locales.
Toda esa tradición marinera de Peñíscola se puede ver de cerca en el magnífico Museu de la Mar, abierto sobre el Baluarte del Principe, en el edifico en donde antes se ubicaba Les Costures, siendo otro rincón especial dentro del Casco Antiguo. Aquí podrás conocer toda la historia de Peñíscola en consonancia con su mar, con exposiciones permanentes y otras rotativas, sobre arqueología, historia, naturaleza…
Se trata de un compendio de salas muy interesantes, separadas por temas, en las que nos podemos perder durante horas no solo por los objetos que aquí se encuentran, sino también por los vídeos y archivos multimedia de los que podremos disfrutar. Se trata de uno de esos lugares imprescindibles para conocer la historia y la personalidad propias de Peñíscola, un lugar que está recibiendo cada año un mayor número de visitantes, gracias a su constante remodelación (recuerda que si eres uno de esos que quiere visitar la ciudad en temporada de vacaciones puedes ver aqui muchas opciones de alojamiento económicas y si además te interesa probar un buen restaurante/club nocturno en la zona, particularmente esta es una recomendación que te dejamos).
El Museo de la Mar está abierto durante todo el año, solo que en primavera y verano, el horario normal de por la mañana se extiende también durante toda la tarde, para aprovechar las visitas de los turistas y ofrecerles una nueva visión de la Ciudad del Mar, que se llama así por algo. Uno de esos rincones imperdibles cuando estemos de paso por Peñíscola y queramos introducirnos mucho más a fondo en su historia.
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